Quienes creemos en la democracia (la de verdad, la cotidiana, la que refleja el sentir de los votantes en las acciones de gobierno, la que no se agota con la toma de posesión y el inmediato olvido de las promesas) estamos en resistencia civil pacífica, legal y democrática.
Las preguntas son lógicas: ¿qué es esa resistencia?, ¿por qué existe?, ¿dónde se lleva a cabo? y, sobre todo ¿cómo y durante cuánto tiempo diremos que estamos en un movimiento de resistencia?
Resistimos una acción concertada del gobierno federal, el PRI y el PAN para violentar la voluntad popular al decidir autoritariamente quién va a aparecer en las boletas electorales de 2006 por la presidencia de la república.
La resistencia debe existir mientras estos partidos, el ejecutivo federal y el judicial mantengan el secuestro de la democracia con argucias legales jurídicamente insostenibles y con procesos y afirmaciones que ofenden la inteligencia de los mexicanos.
Algunas ideas sobre la resistencia civil, pacífica, legal y democrática.
1.- La resistencia se hace todo el día, en todas nuestras acciones. Promueve la democracia en conversaciones con compañeros de trabajo, familiares, amigos y conocidos, ayudando a despejar la cortina de humo gubernamental. La resistencia se hace cuando escribimos, cuando hablamos, organizando acciones y participando en ellas en la medida de nuestras posibilidades. La resistencia es cotidiana y continua.
2.- La resistencia no cae en provocaciones. Cada acción pública de la resistencia está sujeta a la acción de provocadores que pretenden encender los ánimos, ocasionar acciones fuera de la ley, violentas, de indignación desbordada, que justifiquen la represión y la denigración del movimiento. Por grande que sea la indignación, la fuerza moral de la resistencia es su carácter civil, pacífico, legal y democrático.
3.- La resistencia no espera soluciones fáciles y rápidas. El camino es largo, y puede durar hasta el mismo día de las elecciones en julio de 2006. Cambiar el curso de los acontecimientos de manera pacífica y dentro de la ley demandará paciencia y dedicación. La resistencia existe hasta el triunfo del ideal democrático y aún después.
4.- La resistencia no se desanima. Las acciones previsibles: el retraso en la consignación de López Obrador, la consignación final ante un juez "amigo", el probable auto de formal prisión, el lento proceso jurídico, la propaganda creciente en medios leales hasta la ignominia, etc., son motivo para resistir con más decisión, no para abandonar el esfuerzo. Mañana seremos más, y si nos insultan es que no tienen argumentos.
5.- La resistencia no quema todos los cartuchos en una acción, sino que está siempre preparando otra (cartas a los medios de todo el mundo, a los organismos internacionales, a las ONG; búsqueda de formas originales de expresar nuestra voluntad más allá de la típica manifestación, comics, teatro, exposiciones, performances, formas de atraer la atención de los medios, etc.) y mantiene siempre presente el objetivo democrático final. Resistir hoy pensando en resistir mañana.
6.- La resistencia también resiste la tentación de la división. Los legítimos desacuerdos no dividen, fortalecen la pluralidad. Por sobre los desacuerdos en particular debe prevalecer el objetivo democrático general para dirimir civilizadamente nuestras diferencias en el debate libre y en las urnas.
7.- La resistencia se hace en todo lugar. Dentro de México y fuera de él. Se hace ante todo el mundo: mexicanos y extranjeros. Se hace a nivel de calle y a nivel de las más altas instituciones como la ONU o el Consejo Europeo. Se hace en la escuela, en el trabajo, en el café y en el club o asociación. Donde quiera que haya un mexicano debe escucharse la voz de la democracia.
8.- La resistencia civil pacífica y democrática tiene sus raíces en nuestros valores nacionales e ideales. La resistencia se reapropia de la historia, de Morelos, de Guadalupe Victoria, de Juárez, de Prieto, del Nigromante, de Madero, de Cárdenas... En la información que se difunda, las referencias históricas nos dan motivo, razón y legitimidad. Divulgar nuestra historia es también resistir.
9.- La resistencia no es sólo asunto de los mexicanos. Las ofensas del actual régimen contra la democracia afectan a todos los demócratas del mundo, y su solidaridad es importante para nosotros. Si se consuma el fraude, se vulnera la democracia en todo el continente y en todo el mundo. El que pide globalización financiera merece globalización democrática.
10.- La resistencia no tiene secretos. Para ser imbatible ante los infiltrados, ante los espías, ante los "orejas" de Gobernación, la resistencia es abierta, legal, transparente y pública. No prepara actos en la oscuridad, no conspira, no transa. La resistencia no puede ser descubierta porque no se cubre.
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